Hay algo excepcionalmente bello en los bodegones de Paul Cezanne. Quizás es por el cálido cromatismo de sus naranjas y manzanas, cuyos redondeados perfiles nos asaltan una y otra vez en cada composición. O la cuidada disposición de los elementos,…

Hay algo excepcionalmente bello en los bodegones de Paul Cezanne. Quizás es por el cálido cromatismo de sus naranjas y manzanas, cuyos redondeados perfiles nos asaltan una y otra vez en cada composición. O la cuidada disposición de los elementos,…